Por: Susanne Blumenstein

A lo largo de los años, mi viaje de amor propio ha sido una montaña rusa. Encontré mi amor por mí misma y luego lo perdí nuevamente. Me perdí en relaciones, salí con chicos que ignoraban mis necesidades, solo para recuperar mi conexión conmigo misma cuando estaba soltera. El amor propio era como una llave que perdía constantemente, especialmente en las relaciones. Fue agotador y me llevó mucho tiempo comprender lo que realmente estaba pasando y lo que tenía que hacer.

En este momento todavía tengo pequeños altibajos, pero como sé qué hacer, encuentro el camino de regreso al amor propio en poco tiempo. Me miro con curiosidad y ya no etiqueto como debilidades mis desafíos personales, como mis olvidos; ahora, con cariño los llamo “efectos especiales”. Abrazo mi nariz prominente y mi cabello delgado. Es lo que me hace única y por me entusiasma compartir contigo cómo es que desarrollé amor propio de largo plazo.

Paso 1: Cultivar una conciencia de amor

Sólo cuando pude ver con ojos amorosos lo que estaba pasando comencé a cambiar. Mi práctica diaria de meditación de 30 minutos me ayudó a tomar conciencia de mi criticona voz interior. Esta voz decía: “¿eres tonta?”, “¡mira tu trasero, qué horrible se ve!” y peor aún, en aquel entonces creía en esa voz. Y luego me enojé con la voz y le sumé otra capa de pensamientos de enojo a mis críticas. Era un círculo vicioso que necesitaba romper. ¿Qué le dirías a un niño pequeño cuando se critica a sí mismo? Supongo que les darías un abrazo y les ofrecerías algunas palabras amables. Eso es lo que comencé a hacer, mientras me imaginaba como ese niña pequeña.

Nunca lo olvides: esta voz crítica es sólo una voz que te muestra una opción, no la realidad. Amar la conciencia es la parte más difícil de todas y requerirá mucha práctica. ¿Alguna vez has intentado aprender un nuevo idioma con fluidez? Aprender el amor propio es más o menos lo mismo. Hasta ahora has aprendido con fluidez a “criticarte a ti mismo”, así que estás aprendiendo un nuevo lenguaje, llamado “amarte”. Tomará tiempo y, a veces, volverás a caer en viejos comportamientos. Esto me lleva al segundo punto.

Paso 2: Practica la paciencia

Concéntrate en el progreso en lugar de la perfección. Celebre cada vez que captes tu voz crítica interior. Recuerda, sólo puedes cambiar lo que puedes ver. Hablo por experiencia. La razón principal por la que me tomó tanto tiempo desarrollar más amor propio a largo plazo fue porque esperaba resultados rápidos e instantáneos. Pero, ¿cuánto tiempo llevas cultivando tu voz crítica interior?

Paso 3: Analiza las causas

Cada comportamiento y cada emoción responden a una determinada necesidad. Tu cuerpo y tu mente trabajan para ti, no en tu contra. Un problema vuelve a ti una y otra vez hasta que lo resuelves. Pero para resolver el problema se debe comprender el propósito primero. En mi caso, pude ver claramente que tendía a perderme cada vez que estaba en una relación. El patrón se repitió. La pregunta era: ¿Qué pasaría si fuera 100% yo misma? Ahí estaba: tenía miedo de ser rechazada. En otras palabras, pensé que la única manera de recibir amor era ser como quien me amaba. ¿Por qué necesitaba ese amor con tanta urgencia? Porque no supe amarme a mí mismo. Por eso me volví dependiente del amor de otra persona.

Paso 4: visualiza y practica constantemente

Mira los pensamientos como los planos de construcción de una casa. Si deseas una casa nueva, necesitarás un nuevo proyecto construcción. Si quieres un nuevo yo, necesitas nuevos pensamientos. ¿Pero cómo se consiguen? Empieza por estudiar los modelos a seguir. ¿Hay personas a tu alrededor que se aman mucho a sí mismas? ¿Qué hacen ellos diferente a ti? ¿Qué piensan diferente a ti? Estudié a cada persona que se amaba a sí misma a mi alrededor. Luego me senté todas las mañanas y me visualicé siendo muy amorosa durante todo el día en todos los detalles, hasta que sentí el amor en mi corazón. Me imaginé mis acciones, mis sentimientos y mis pensamientos. Me preparé mentalmente para situaciones difíciles preguntándome qué haría una persona que se ama a sí misma en ese momento. Empecé a vivir el amor propio cada momento del día. Antes de realizar cualquier acción en un día, hice una pausa y me pregunté: ¿Qué quiero? ¿Qué se sentirá bien? ¿Qué necesito ahora? ¿Cuál es la forma más amorosa de actuar? Después me comprometí a tomar en serio las respuestas y a actuar en consecuencia, pase lo que pase.

Paso 5: Compromiso total

El cerebro odia el cambio. Su conocida zona de confort es el único lugar seguro para ello. El resto es peligro. El cerebro no puede diferenciar qué es un verdadero peligro y qué no lo es. La alarma sonará cada vez que pruebes algo nuevo. Tu mente estará 100% comprometida a disuadirte de realizar un cambio. A mi mente, por ejemplo, le encantaba decirme: “amarte más a ti misma es egoísta. Terminarás sola”. Tu cabeza intentará encontrar tu punto débil para que vuelvas a comportarte como antes; prepárate para eso. La única manera de superar eso es estar 100% comprometido con el cambio y dispuesto a hacer lo que sea necesario para ser más amoroso contigo mismo; de lo contrario, tu mente ganará.

Paso 6: Enfócate en alguien más

Una buena forma de asegurar tu compromiso es centrarte en los demás. Me di cuenta de que sólo puedo amar a las personas que me rodean en la medida en que me amo a mí misma. Cuando seas crítico contigo mismo, serás crítico con tu entorno o podrías simplemente pensar críticamente sobre los demás, pero tratar de reprimirlo y obligarte a ser amable con ellos te lleva al mismo lugar. La forma en que tratas a los demás es siempre un reflejo de cómo te tratas a ti mismo. Me dolió mucho ver cómo criticaba a mis seres queridos. Quería dar más amor, así que primero tenía que sentir más amor hacia mí.

Sigue estos pasos y los cambios se producirán. No de la noche a la mañana, sino poco a poco, pero sé paciente durante el viaje. Y nunca lo olvides: ya tienes compañía y al amor de tu vida: tú mismo. Haz de esta relación una prioridad y el resto en tu vida florecerá.