Amar a través de la comida

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Elegir nutrirte con amor, autocuidado e introspección puede proporcionarte una perspectiva más amplia sobre la gama de emociones que podrías estar abordando 

Por: Carmen Santacruz 

No es necesario enfatizar que la nutrición es una necesidad diaria fundamental que implica varios pasos, como seleccionar las comidas, su preparación y con quién elijamos compartirlas. Estas acciones están influenciadas por tu estado emocional actual. Tu vida influye en tus hábitos alimenticios; a menudo recurrimos a la comida para obtener consuelo, castigarnos, motivarnos o como una forma de escapar del estrés, la tristeza, la soledad o los conflictos. 

¿Notas los tipos de alimentos a los que recurres cuando experimentas diferentes estados emocionales en diversas situaciones? En general, optamos por la “comida reconfortante” porque tiende a ser rica en calorías, grasas y azúcares, y por un momento, sentimos que hemos aliviado nuestra aflicción. Pero luego llega la culpa, haciéndonos sentir peor y llevándonos a un ciclo de recurrir a la comida una y otra vez para llenar ese malestar. 

Muchos de nuestros hábitos se originan en la infancia, durante la cual desarrollamos nuestra relación con la comida. Una parte significativa de las perturbaciones emocionales se refleja en la forma en que consumimos diferentes tipos de alimentos, ya que a menudo compensamos con un exceso de comida para llenar nuestro vacío emocional en lugar de abordarlo como una necesidad biológica. 

Hoy en día, algunas tendencias de estilo de vida relacionadas con la comida son preocupantes, especialmente en las redes sociales y en los medios en general, ya que tienden a promover la búsqueda incesante de la perfección. Las imágenes de cuerpos y vidas perfectas pueden hacernos sentir inadecuados. En lugar de disfrutar el proceso, nos atormentamos con la idea de no ser lo suficientemente buenos y, lo que es peor, de no sentir amor propio. Como resultado, podríamos recurrir al autosabotaje con la comida. 

Algunos de los castigos que nos infligimos por imperfecciones percibidas pueden manifestarse en acciones como la anorexia, la bulimia o la obesidad, incluso a una edad temprana. Muchas personas solteras consumen dulces en la cama antes de dormir, incluso después de cepillarse los dientes, para satisfacer su necesidad de afecto durante la noche. La relación entre las emociones y la comida es el vínculo que desencadena el hambre o la pérdida de apetito, lo que lleva a impulsos que pueden resultar en atracones o en el completo rechazo de la comida. 

Por otro lado, los problemas de peso a menudo provienen del miedo. Por ejemplo, los desafíos de crecer y abandonar un entorno familiar excesivamente controlador a veces pueden llevar a elecciones alimenticias confusas que pueden resultar en comer en exceso o en indulgencias, debido a la dinámica laboral, el estrés u otras situaciones incómodas. 

En conclusión, comienza contigo mismo, trabaja en reconciliarte con la comida y deja de verla como una amenaza o una forma de autocastigo. De esta manera, puedes disfrutar de cada bocado sin culpa, amarte a ti mismo y aceptar tu cuerpo. Con esta mentalidad, es posible realizar cambios en el estilo de vida impulsados por el amor consciente, participar en actividades físicas que te apasionen y, sobre todo, disfrutarlas sinceramente. Ser consciente de tus emociones mientras comes también puede ayudarte a reconocer tus patrones alimenticios y a identificar qué puedes hacer para alinearlos mejor con tus necesidades. 

Cuidarte a través de la restricción o la obsesión es más una tortura que un acto genuino de autoestima. Es mejor ver la comida como un medio para cuidarte conscientemente. Comienza con una hoja en blanco, no evites tus defectos, reconoce las emociones detrás de tus miedos y abórdalas con cuidado y nutrición hasta que hayas cultivado seguridad y confianza. 

Consejos para Amar a través de la comida 

Pregúntate: 

¿Qué me motiva a cuidarme? 

– Escribe notas que te recuerden: 

“Como porque me amo y me doy amor en cada bocado.” 

“Cuidarme es una consecuencia de que me amo” 

¿Estoy comiendo por amor o por odio hacia mi cuerpo y con el deseo de cambiarlo? 

¿Cuál es la diferencia entre nutrirme con amor y autocuidado o nutrirme con crítica y auto-castigo? 

Evalúate: 

¿Tienes sentimientos hostiles? 

Estas son emociones que nos impulsan a desear devorar la comida, destruir lo que nos hace daño o tragar la ira. Se convierte en un impulso de autoagresión. 

¿Experimentas desafíos emocionales? 

¿Experimentas desafíos emocionales? 

Puede que recurras a la comida cuando careces de autocontrol como una forma de aliviar las tensiones afectivas, percibiéndola como una solución temporal mágica a lo que no puedes controlar. 

Es posible que intentes llenar un vacío interno con comida, lo que puede ser angustiante. Muchos malestares psicosomáticos se manifiestan en el cuerpo en forma de problemas relacionados con la alimentación, como ataques de hambre, obsesión por el peso o dietas, que pueden convertirse en un verdadero castigo, especialmente cuando causa más sufrimiento que placer. 

Sé amable contigo mismo, un bocado a la vez. 

Carmen Santacruz

Es una de esas personas que corren con una sonrisa porque disfruta hacer ejercicio al aire libre, en entornos naturales y frescos. Esta nutricionista con licencia decidió especializarse en los ámbitos clínicos y deportivos, centrándose en los objetivos individuales de cada persona. Su experiencia trabajando en una clínica de salud mental en España le ayudó a profundizar en su práctica. Con el tiempo, integró los campos de la salud y el cuidado personal, convirtiéndose finalmente en una especialista certificada en Coaching Emocional relacionado con la nutrición.

Su filosofía de vida es crear hábitos con conciencia, donde lo único imposible es aquello que no intentas. Está decidida a acompañar a sus pacientes en descubrir su mejor versión: aquella que se ama y se cuida, buscando una mayor calidad de vida.

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