Protege tus finanzas ante enfermedades

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Por Cinthya Mora

En el supuesto que tuvieras una enfermedad, ¿están preparadas tus finanzas?, ¿estás consciente de sus efectos financieros a largo plazo?

Una enfermedad además de afectar tu salud, puede desequilibrar tus finanzas personales si no estás preparada/o, por lo que es importante tomar medidas preventivas, tanto en hábitos de salud como en hábitos y acciones financieras.

El nuevo panorama de salud en México ejerce una fuerte presión en las finanzas de las personas, donde las enfermedades tienden a ser menos mortales pero afectan la calidad de vida, como puede ser el vivir con una discapacidad por muchos años, con tratamientos que suelen ser más caros y largos o de por vida, y donde las nuevas tecnologías de salud son de alto costo.

En nuestro país las personas, aunque cuenten con un servicio de salud pública, afrontan los gastos médicos desde sus recursos propios, ya que no están satisfechos con la atención y tiempos que se manejan en los servicios de salud que proporciona el Estado.

En los últimos años se ha observado que el incremento de los bienes y servicios de salud suele ser de 1.7 veces el incremento de los bienes y servicios básicos. Si bien, hay padecimientos que no pueden evitarse, sí podemos tomar medidas preventivas en nuestras finanzas que nos ayuden a afrontarlos en caso de que se presenten:

  1. Invierte en prevención. Contrata algún seguro de gastos médicos mayores o de salud que te ayude a solventar cualquier gasto derivado de una enfermedad o accidente (grave o mayor), y así mantener tus finanzas protegidas.

Hoy en día el 97% del gasto médico privado es solventado por este tipo de instrumentos. En casos extremos, el pago de enfermedades es mayor a 20 años con un costo anual por arriba de los 10 millones de pesos. En tratamientos relacionados con cáncer, el promedio anual pagado por caso es de poco menos de 300 mil pesos y dependiendo del tipo específico puede alcanzar casi un millón de pesos.

  • Reajusta tu presupuesto. En caso de ya tener una enfermedad diagnosticada, proyecta el tratamiento y su duración, y con ello ajusta tu presupuesto para eliminar algunos gastos no básicos y destinar esa cantidad al pago de tratamiento y atención médica.
  • Busca otras fuentes de recursos financieros. En caso de no contar con ahorros o un seguro para cubrir tus necesidades médicas, busca capitalizarte vendiendo bienes que no necesites, tener algún trabajo adicional (si tu salud te lo permite) o, en el último de los casos, buscando opciones de crédito seguras acorde a tus posibilidades de pago y ajuste de presupuesto.

Sin importar cuál de estas opciones sea adecuada para ti, siempre evalúa opciones en el mercado y genera un plan financiero para balancear tus ingresos y gastos, y evitar un quebranto económico.

Lo más importante de todo, no pases por alto destinar parte de tus recursos financieros al cuidado y prevención de tu salud, además, no dudes en consultar a un especialista que te ayude a incorporar en tu Plan Financiero de Vida la prevención y protección de tus finanzas para temas de salud.

Referencias:
AMIS. “Aseguramiento en salud propuestas del sector asegurador privado”
CONDUSEF. Educación Financiera en tu Institución

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