Mitos y verdades del MMS

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Lo que debes saber es que es un producto que invita a tomar el poder de la salud en tus manos, a investigar, experimentar y conocer lo que sucede con tu cuerpo para hacer tu propia dosis.

Por: Arllete Solano
¿Qué tanto debemos saber sobre esta sustancia sobre la que el mundo está debatiendo? Primero que MMS significa Solución Mineral Milagrosa (Miracle Mineral Solution), así que desde el nombre la propuesta es intrépida y temeraria. Sin duda, el poder de este componente químico es muy grande pues tiene debatiendo a la comunidad científica, farmacéutica, terapéutica y hasta religiosa.
La mayor controversia superficialmente está en que si el clorito de sodio es verdaderamente una solución curativa, dado que se le atribuyen mejoras muy rápidas en padecimientos graves o incurables como malaria, autismo, cáncer, Covid-19 hasta hongos en los pies, intoxicación por gluten o malestar estomacal. Y aquí radica la controversia, ya que los mayores impulsores de esta solución, que han dedicado su vida a la investigación, están sufriendo de una persecución pública anónima.

“Gracias al supuesto Covid-19 el MMS pasó de estar en un pequeño grupo de personas a abarcar un radio mundial. Contrario a lo que se dice, el dióxido de cloro ha sido investigado desde hace 100 años, eso explica por qué por ley todas las bolsas de sangre para transfusión deben llevarlo para mantener pura y oxigenada la sangre. La controversia surge porque puede hacerte soberano de tu salud”, afirma desde las sombras el cineasta a quien llamaremos Patrick Fork, que conoció en España en 2008 al autor del texto “Salud Prohibida” e impulsor pionero de esta fórmula, Andreas Kalcker.

Nuestra fuente, a quien mantenemos con pseudónimo por precaución a la censura a la que se ha visto sometido desde hace varios años, pasaba por un proceso de transformación
primordialmente espiritual cuando encontró en el MMS un tema cautivante al que se dedicó a probar, investigar y promover.
¿Es cloro?
Uno de los grandes mitos que ha protagonizado sendas confusiones a nivel internacional es que el clorito de sodio es el cloro convencional, por eso le han colgado el nombre de la “terapia de lejía” o que impulsó a más de alguno a inyectarse o ingerir vil cloro. Pero son fórmulas químicas distintas, “el MMS es clorito de sodio, no hipoclorito de sodio, que es la lejía; ni tampoco cloruro de sodio, que es la sal de mesa común y corriente", afirma un famoso tweet de Teresa Forcades, la teóloga e investigadora que ha enfrentado por años la batalla de este producto terapéutico que parece cimbrar a la industria farmacéutica.
¿Cura?
Para responder esta cuestión Patrick Fork asegura que “es tan beneficiosa por su coeficiente de oxidación o la fuerza eléctrica de oxidación que tiene medida en voltios, lo que le da la capacidad suficiente para acabar con un patógeno, pero no para dañar una célula. El agua oxigenada daña la célula, pues si te cortas y pones un poco en la herida salen burbujas, eso indica que acaba con los patógenos, pero también daña las células debido a su potencial oxidativo que es mayor a 1.3 voltios. El dióxido de cloro o clo2 tiene 0.9 voltios, no tiene fuerza para dañar una célula pero no hay patógeno que se le resista, y lo mejor es que no deja productos residuales de ningún tipo, es decir no produce efectos secundarios en 24 horas es desechado en forma de minerales”. Por su parte, la ingeniera química Marisol Sánchez, que descubrió de buena mano el producto hace seis años y desde entonces ha experimentado consigo misma, con su familia y ahora que lo produce con sus allegados que deseen experimentarlo, coincide con Fork en que “la molécula de dióxido de cloro es altamente oxidativa pero selectiva, eso quiere decir que no va a matar a cualquier tipo de microrganismo, sino solo aquellos que son negativos para nuestra salud como virus, hongos y bacterias”.
Al principio mencionamos que la controversia abarca el ámbito religioso, esto debido a la
participación de la monja y activista social Teresa Forcades quien se ha dedicado a defender primero las propiedades curativas del MMS y ahora a los promotores perseguidos por difundir los beneficios de este medicamento efectivo y de bajo costo.
En una carta publicada en 2018 con motivo de la persecución que sufría el agricultor Josep Pàmies, Forcades destacó un estudio de Miller y Katz en el que participaron 21 centros médicos y hospitales de los EEUU y uno de Canadá. Entre ellos algunas de las universidades, clínicas y hospitales más prestigiosos del mundo, como la Universidad de Columbia, la Clínica Mayo o el Massachusetts General Hospital.
Acorde a elPeriódico, Forcades consideró que el hecho de que estas universidades, clínicas y hospitales hayan participado en el estudio significaba que sus comités de ética han tenido que aprobar que a la mitad de los enfermos que deseen formar parte del estudio se les inyecte a la  vena clorito sódico. Por todo esto, considera "absurdo" que en España se esté persiguiendo a Pàmies por haber ayudado a difundir que el clorito sódico es seguro para el consumo humano (cosa demostrada ampliamente, asegura) y que puede tener efectos terapéuticos (cosa que hay que demostrar, puntualiza). "Lo que hace falta es hacer más estudios como el de Miller y Katz y no perseguir a las personas que utilizan el MMS o las que lo recomiendan a las dosis indicadas" lamentó.
¿Es tóxico?
Marisol Sánchez, explica que medicarse con MMS es una experiencia personal “todo el tiempo en el cuerpo se están formando acumulaciones de hongos, virus y bacterias o aquello que provoque cualquier desequilibrio. Para mí no es nuevo que haya virus, es el pan de cada día, no me sorprende que haya Covid-19 pero no sé qué está pasando que se desbordó. Esto lo hemos recomendado para cualquier cuestión de hongos, deterioro celular, desde lunares malignos, cándida, realmente tiene un espectro altísimo. A mi hija se lo doy desde muy pequeña, tal vez tendría 5 años, cuando tenía un malestar del estómago o resfriado. Andreas Kalker tiene un protocolo muy bonito y yo misma he encontrado mi dosis personal, igual toda la gente a la que he acompañado en diversos tratamientos. Las gotas dependen de lo que quieras resolver, pero la experiencia es importante porque cada organismo es diferente, y creo que la invitación para quien toma el MMS es que se observen.

No hace daño, pero si tu cuerpo está súper intoxicado te va a caer súper mal porque un cuerpo que tiene balanceada su microbiótica no tiene problemas de toxicidad”.
En este sentido, Fork afirma que “la cuestión a plantear es que no se ha demostrado que sea tóxico, si esto fuera demostrado de manera irrefutable entonces la controversia acabaría. En cambio, está comprobado de muchas maneras que sirve. De hecho, Andreas Kalcker, siendo muy religioso se horrorizó ante la denominación que le dio Jim Humble y lo rebautizó como Master Mineral Solution (Solución Mineral Maestra) o prefiere llamarlo dióxido de cloro”.
El cineasta, productor y promotor del MMS, cuestiona que más allá de que desaparezcan
testimonios y exposiciones de internet, el hecho de que los países omitan la validación del MMS es semejante a permitir “un genocidio por omisión pues podía eliminar la quimioterapia cuando es el elemento que más ha matado a mil 500 millones de seres humanos”. Y sugiere que “aquí va de que la gente debe tener conciencia y no esperar a que alguien le resuelva todo a través de esta sustancia, de ser así, te llevarás confusiones, pero si tomas iniciativas de leer, indagar y consultar testimonios sobre las dosificaciones entonces el paciente encuentra su mejor relación con el tratamiento”.
¿Es un medicamento?
“Yo revisé la teoría y encontré mucha congruencia, al final, el MMS es como la homeopatía o comotodo lo que funciona muy bien y es barato, y que nadie se va a hacer rico de venderlo. Incluso es con un poquito de información es posible producirlo.
Cada persona tiene su dosis, puede ser un medicamento de prevención, de mantenimiento o bien de tratamiento, pero son muy distintas las medicaciones. Por eso es bueno que al tomarlo te acompañes con alguien que ha experimentado el cuerpo, que tiene ese conocimiento”, dice Sánchez.
Mientras que Folk apunta a que la medicina germánica utiliza este tipo de recursos para tratar lo que nombran “procesos reparativos” en lugar de decir enfermedades y asegura que “en Israel no usan quimioterapia sino medicina germánica y registran 2 % de muerte por cáncer, contra el 36 que se presenta en países como México”.
Para finalizar, refiere que “lo que pasa con esto es que puede desmantelar la industria
farmacéutica porque está apoyando un 90% de las enfermedades. Ha habido autistas que han mejorado, cánceres, diabetes, simplemente, malaria, sin embargo, sigue siendo una sustancia no permitida o ilegal, salvo Bolivia que acabó de aprobarlo en la ley cuyo uso invita a tener conciencia y apropiarte de tu salud”.

Arllete Solano
Como muchos de los colaboradores de Rezpira, una enfermedad la convirtió en una renunciante moderna que un buen día decidió dedicar su vida a su salud para luego compartir con el mundo la belleza de vivir. Es comunicóloga, consultora en bienestar y periodista de cultura y equilibrio que unió su pasión y su misión en un solo camino. Ama escribir, conversar y conectar con el corazón de los demás.

 

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