Sanar con Thetahealing

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Por: Rezpira

Las nuevas técnicas de sanación rompen los esquemas y barreras dado que su eficiencia es su mayor poder, ya que un mayor número de personas recurre a métodos alternativos para resolver problemáticas cotidianas que se convierten en padecimientos recurrentes.

“Antes creíamos que lo que comíamos nos enfermaba o que nuestra salud dependía más de cosas externas. Ahora sé que mucho depende de las emociones de cómo nos sentimos con las situaciones y cómo tomamos las cosas”, comentó Luis Solórzano, un hombre de 67 años que padeció de alergias, problemas respiratorios, anginas desde niño y agruras y gastritis de grande, hasta que comenzó a cambiar la gestión de sus pensamientos.

Este es solo un ejemplo, pero a lo largo de ocho años de práctica profesional, Juli García Nogueira o Sarvajnanaya Dasi, por su nombre espiritual, ha visto cómo los sistemas de salud han ido cayendo más en las manos de las personas.

“La voluntad de sanar hoy es todo ¿tienes la voluntad o te está haciendo falta? Recuerda que tiene que ver con la disciplina, entonces hay que preguntarse ¿qué pasa en tu vida para que te esté haciendo falta la voluntad o la disciplina? Seguramente estás ganando algo con la actitud que tienes o con el freno que están poniendo en tu vida ya sea por situaciones laborales, personales o de salud. Es tan importante preguntarse qué obtengo de no sanar”, asegura la Thetahealer, maestra de yoga y meditación.

La autocibernética es el nombre que se le está otorgando a las técnicas como Thetahealing que utilizan la conciencia, es decir, que la persona se da cuenta estando en sus cinco sentidos de lo que su mente está pensando, de la creencia que tiene y cómo ese pensamiento, anidado en lo profundo de su mente puede ser eliminado y sustituido por uno que le beneficie.

Lo cierto es que el miedo es el ingrediente determinante pues juega en contra y al mismo tiempo sirve de armadura para defendernos, incluso de nosotros mismos. Cuando decidimos que queremos casarnos, cambiar de trabajo, o dejar de sufrir de los bronquios, de depresión, de dolor del nervio ciático, o lo que impide la felicidad, entonces hay que estar dispuestos a enfrentar al monstruo y cambiar.

“Las creencias suceden en cuatro niveles, son básicas, desde que naces, incluso desde el vientre materno, las otras son históricas, esas que compartimos en comunidad, las siguientes son genéticas y vienen en el ADN; y las del alma, cuando han profundizado mucho en ti. Y esas son las creencias que trabajamos en Thetahealing y cambian en seguida, es inmediato. Lo hermoso es que cualquier persona puede realizar esta terapia o aprenderla para impartirla”, comenta Juli.

La forma en cómo sucede el cambio puede ser intrigante y ha comenzado a someterse a la lupa científica, a pesar de que en la práctica la validación sucede en la vida cotidiana cuando deja de dolerte por fin esa articulación que ya te hacía renquear, o cuando logras que tu babé deje de llorar cada vez que le cambias el pañal, así de minúsculas y enormes son las transformaciones que suceden al pensar algo diferente.

“Cambié la creencia de que si tengo abundancia me roban, por la creencia de que puedo ser abundante sin que me roben”, dice en un sencillo testimonio Mauricio Arizpe quien pensaba que hasta tenía algún embrujo pues ya le habían robado dos camionetas y dos veces su negocio, y obviamente vivía esperando el siguiente golpe. Otra paciente de Juli, Paola Esparza dijo que cambió la creencia de que “para ser amada tengo que ocuparme de todos, por la creencia de que puedo ser amada sin tener que ocuparme de todos”, cansada de sufrir por ser la responsable de todos y por todo.

En cuanto a la ciencia, en un estudio sobre la depresión tratada con placebo y Thetahealing publicado en 2002 por el American Journal of Psychiatry (Diario Americano de Psiquiatría) un grupo de científicos observó una asociación positiva entre el aumento de las medidas cordance (método nuevo de electroencefalografía cuantitativa que combina la formación complementaria de la energía absoluta y relativa del espectro de la encefalografía) de la actividad de las ondas Theta (4-8 Hz) en el encefalograma cuantitativo (QEEG) y la respuesta clínica a un placebo o “píldora de azúcar”.

En este estudio no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la respuesta a un medicamento antidepresivo en comparación con un placebo. No obstante, los pacientes que respondieron al medicamento sí mostraron una disminución en el cordance prefrontal en Theta (PTC por sus siglas en inglés), mientras que los que respondieron al placebo mostraron un aumento en el cordance prefrontal en Theta. Los pacientes que no respondieron a ninguno de los tratamientos no mostraron ninguna mejoría de los síntomas en los pacientes tratados con placebo: una sustancia inactiva que no contiene ningún fármaco o medicamento.

Se cree que la eficacia del tratamiento con placebo se debe, en parte a la expectativa del paciente de que va a mejorar. En pruebas clínicas de evaluación anónima (doble ciego) como la mencionada anteriormente, tanto pacientes como médicos desconocen quien está recibiendo un fármaco o un placebo hasta que termina el estudio. Los pacientes que reciben un placebo creen a menudo que están tomando un medicamento activo y que el tratamiento va a funcionar. El aumento de la actividad theta en el lóbulo frontal observado en la respuesta al placebo, podría reflejar un mecanismo fisiológico relacionado con la sanación natural (es decir, sin el uso de medicamentos) de la depresión.

Y tú ¿tienes la voluntad para sanar o alcanzar lo que deseas?

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