Por: Marisol Sánchez
Un hábito saludable puede modificar de forma favorable los niveles de glucosa en la sangre y este efecto se extiende al ámbito emocional, expone la ingeniero químico y experta en hábitos saludables y desintoxicación, Marisol Sánchez Godoy.
“Ser observador de ti mismo, es una forma de cuidar a los demás, es un doble compromiso que inspira a hacer pequeños cambios que todo lo transforma”, afirma.
Un caso concreto sucedió en Pamela Carrillo, una médico internista a quien en el hospital donde trabajaba, sus colegas y pacientes le comenzaron a reconocer una serie de cambios que la evidenciaban, lo mismo su esposo y amigos.
Rutinas para salvarte la vida
| Ayuno Cena temprano y deja en descanso al cuerpo a partir de las 7 de la tarde, eso permitirá un descanso de por lo menos 12 horas para el organismo. Esta restricción de alimento deja que el cuerpo consiga el descanso verdadero. |
| Sueño profundo Lo más importante es hidratar el cuerpo durante todo el día y evitar tomar agua en la noche para garantizar que tu cuerpo duerma pacíficamente sin necesidad de tener ganas de ir al baño una o varias veces por la noche. |
| Desayuno El cuerpo tiene un diseño perfecto para procesar, asimilar y restaurar. Cuando la energía solar está presente es el momento ideal para darle los alimentos y estará en el mejor momento para procesarlos. Si no se los provees en ese momento, el cuerpo crea una resistencia y como respuesta a esa amenaza crea grasa, por eso es común que las personas que no desayunan tiendan a engordar. |
Ella era una chica con diabetes gestacional y con los años, los síntomas se agravaron y eso la motivó a inscribirse en el programa de desintoxicación y bienestar Habítate. En primera instancia, esta experiencia le invitó a auto reconocerse y observar su relación con los alimentos, sin necesidad de quitar nada de su rutina, sino, al contrario, sumando poco a poco cosas buenas a su vida.
Siendo médico, su tratamiento de rigor consistía principalmente en administrarse insulina, hasta que se dio cuenta de lo que sucedía al incluir un desayuno todos los días antes de ir a trabajar. Esa fue la primera variación en su estilo vida que cambió el funcionamiento de su metabolismo al aprovechar la energía de distinta manera.
Durante ocho semanas sucedieron ese y una serie de cambios que la bajaron de peso, removieron la insulina que se administraba sin necesidad de una dieta, simplemente con la implantación de hábitos voluntarios y gustosos.
La profesora certificada por el Wellness Institute de Cesena, Italia, Lety Trejo, atribuye muchos de estos beneficios a los mecanismos moleculares que regulan el ritmo circadiano descubiertos recientemente en 2017. “La ciencia reconoció con el premio Nobel este hallazgo que la medicina tradicional durante siglos ha defendido y es que el cuerpo tiene su propio ritmo sincronizado con la naturaleza”.
Ahonda en que, gracias a las investigaciones de Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young hoy podemos comprender a ciencia cierta que el organismo tiene horarios para liberar el cortisol, otro para la melatonina, horarios de temperatura baja, de presión alta. “Hoy sabemos que el hígado tiene un horario específico para purificar las toxinas de la sangre y reorganizar sus funciones y es entre las 8 y 10 de la noche, por eso en algunas culturas acostumbran el plato fuerte a las 6 de la tarde. Esto permite que el hígado realice sus funciones y así cada órgano”.
Marisol Sánchez reconoce estas investigaciones y las pone en marcha a través de rutinas que responden a momentos específicos del día. Recomienda tomar rutinas paulatinamente, “busca la causa de la causa y siembra las semillas del bienestar, una por una, no todas a la vez. Una cosita chiquita lleva a una cosa más grande. Si visualizas un granito de arena, al cabo de cinco años, tendrás una gran playa de hábitos saludables”.
Asegura que toda transformación “se observa en la vida cotidiana para luego, a manera del método científico, lograr ver resultados que la gente a tu alrededor puede notar y sentirse inspirada”.
